lunes, 19 de enero de 2009

LII: De la colocación de los focos.

El ángulo con que la luz cae sobre la escena no depende del ángulo de inclinación del foco, sino de la posición donde está. Un foco que se inclina no cambia la dirección de las sombras que produce dentro de la cobertura, para cambiarlas debemos trasladar el foco de sitio.

La regla, para la mirada del actor, es la de que la luz no debe caer con más de 45º sobre la cara, lo que significa que su distancia horizontal hasta el actor debe ser igual a la distancia vertical desde donde está colgado el foco a los ojos del intérprete. Si el foco está más cerca de la escena que su altura el ángulo con que arroja su luz es menor de 45º (con la vertical), mientras que si está más mejor de su altura la luz que emite es más horizontal, tiene más de 45º con la vertical. Para corregir un ángulo de caída no sirve de mucho angular el foco, eso solo cambia la relación de iluminación vertical/horizontal pero no el ángulo en que salen las sombras. Si se mueven las sombras al girar el foco es porque éste giro produce un desplazamiento del foco de luz real.

Si las sombras de la cara se proyectan verticales sobre el pecho la solución no es colocar los focos más horizontales, sino alejarlos horizontalmente.

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