lunes, 19 de enero de 2009

LXXX: Macro: Luminosidad real del objetivo, compensación de la pérdida de diafragma

La medición dada por el fotómetro de mano debe por tanto compensarse para recuperar la pérdida introducida por la extensión del objetivo. Hay por tanto dos acciones correctoras: abrir más el diafragma o aumentar el tiempo de exposición en la misma cantidad que hemos perdido.
Dado que podemos calcular la luminosidad real del objetivo al realizar el tiraje tan solo hemos de abrir el diafragma tantos puntos como hayamos perdido. En el ejemplo anterior en el que un diafragma ajustado en cámara de f:8 se reducía a un f:10, es decir, dos tercios de paso, solo hemos de abrirlo esos mismos dos tercios de paso. Esto es, ajustar un f: 6.3.
Pero hay dos problemas con esta técnica:
  1. Puede que el objetivo no disponga de ese diafragma. Esto sucede especialmente en cámaras de gran formato donde las aberturas máximas vienen a ser de f:5,6 (objetivos caros) o f:8 (objetivos baratos).
  2. Cuando el diafragma está condicionado por la profundidad de campo. Un efecto secundario del diafragma es que establece la profundidad de campo. El diafragma final que usamos debe ser el calculado para la profundidad de campo requerida, no el determinado para la iluminación. En el ejemplo, si queremos la profundidad de campo de un f:8 hemos de ajustar un f:6,3 no un f:8.


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