La luminosidad de un objetivo depende de la distancia del centro óptico a la película. Cuanto más lejos esté el objetivo, menos luz proporciona a la imagen. Si el objetivo se aleja el doble en una posición que en otra la iluminancia que se produce en el interior de la cámara es cuatro veces menor, dos pasos. Puede decirse que la película ve la luz como si fuera un foco puntual colocado en la posición del nodo trasero del objetivo, es decir, que sigue una ley semejante a la inversa del cuadrado de la distancia: al alejar el centro óptico trasero la luz se reduce en un factor que depende del cuadrado de la distancia, no lineal. Esto significa que al utilizar anillas o fuelles tenemos una fuerte pérdida de iluminación en cámara, por lo que el número f indicado en el objetivo no es real sino que estamos empleando un valor mucho mayor.
El número f realmente empleado depende por tanto de la distancia del centro óptico a la película. Normalmente no conocemos la posición exacta del centro óptico pero si conocemos lo que se ha movido porque las anillas de extensión tienen anchos fijos y en los fuelles siempre tenemos una guía que nos dice cuanto fuelle metemos. Aunque no es fácil conocer la nueva posición del centro óptico podemos conocer la pérdida de luz por un procedimiento indirecto que consiste en emplear el factor de ampliación, ya que la ampliación relaciones dos pares de cosas: el tamaño del objeto y el de su imagen por un lado y la distancia del centro óptico a la película y la del centro óptico al objeto. Por tanto la ampliación es un camino indirecto para solucionar el problema de conocer cuanta luz perdemos al hacer un tiraje,
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