lunes, 19 de enero de 2009

XLIV: Focos para cine.

La palabra foco significa demasiadas cosas que cambian según quien la diga. En iluminación escénica, en cine, en fotografía, en televisión, foco es cada aparato de iluminación. En otros ámbitos la palabra designa tipos concretos de focos. Un foco tiene cuatro partes: la lámpara, que genera la luz. La luminaria, que es la carcasa que aloja todo a la lámpara y todo el sistema eléctrico y óptico principal, el soporte, y los conformadores. La luminaria es la que determina normalmente el tipo de foco de que se trate. Básicamente hay dos tipos de focos, los abiertos y los cerrados. En un foco abierto la lámpara está a la vista. Podrías tocarlo con tus manos si no fuera por la rejilla que debería haber siempre delante para proteger de contactos directos y la entrada de partículas. Un foco cerrado tiene bien una lente, un filtro o un reflector delante de la lámpara, de manera que la luz que sale siempre pasa por algún tipo de modificador. La diferencia, fotográfica, es que los focos abiertos producen dos sombras mientras que los cerrados solo una. La lámpara siempre tiene un reflector detrás que recoge la luz que va en dirección contraria a la boca del foco y la devuelve hacia ella. Como todo espejo, el reflector crea una imagen virtual de la lámpara, de manera que la luz que sale del foco tiene dos orígenes: la lámpara real y la (o las) lámpara virtual. Dependiendo de la posición de la lámpara dentro del reflector la diferencia entre las dos sombras se hace más aparente o menos. Casi todos los focos abiertos disponen de un ajuste para colocar la lámpara en el sitio más adecuado para reducir la doble sombra. En un reflector esférico, cuanto más pequeño es el filamento de la bombilla y más cerca del centro está, menos se nota la doble sombra. Estos ajustes suelen venir marcados como un control de la difusión de la luz, como “wide” o “spot” y modifican algo la cobertura de la unidad. En un foco cerrado tenemos una lámpara. Detrás un reflector y delante una lente. Los focos cerrados tienen un filtro o una lente que colima e integra la luz. Mientras en un foco abierto el punto de generación de la luz son las lámparas real y virtual, dentro de la luminaria, en uno cerrado el punto de generación es la superficie de la boca. Existen muchos tipos de focos cerrados. Los más habituales son los fresnel, cuya lente verás que tiene una serie de anillos grabados (lente fresnel, se llama) y los PC cuyas lentes son cóncavas normales y corriente. Hay numerosas variaciones sobre estos dos modelos. El principal es el foco elíptico, que en España solemos llamar “recorte” por los accesorios que tiene para controlar la luz que consisten en una serie de cuchillas, más caras y diafragmas. Los reflectores más normales son los esféricos, parabólicos y elípticos. Los esféricos reflejan la luz que sale del centro de la esfera del reflector de vuelta al centro, creando la imagen virtual en el mismo centro, lo que hace que la luz salga de un único punto. En tanto que el filamento sea más grande que el centro la luz que sale descentrada crea la lámpara virtual en una posición distinta de la real. Los reflectores elípticos tienen forma de elipse. Una elipse se caracteriza porque tiene dos puntos destacados, que se llaman focos. Toda la luz que sale de uno de estos puntos se refleja sobre el otro punto. Si colocamos la lámpara exáctamente en uno de los puntos focales toda su luz se refleja en el otro punto focal. Lo que nos permite “adelantar” la posición de la lámpara y hacer que la luz salga por la boca desde un punto en el que no hay sitio para colocar la bombilla. Por ejemplo, dentro del sistema óptico. Este sistema es el que se emplea en los focos de recorte. También se emplea en focos para no crear sombras. Estos focos son de gran tamaño (normalmente abiertos) y siempre que te pongas entre los dos puntos focales, dado que la luz sale de la lámpara virtual, situada delante de la cámara y no detrás, te permite iluminar desde la dirección de la cámara sin que proyectes tu sombra en la escena. Es el tipo de lámparas que se emplea en los quirófanos, que permite enfocar la luz sombre la herida del paciente sin que la sombra del cirujano se proyecte sobre él. También se emplean los focos elípticos para las denominadas “downligths”, focos empotrados en techo que tienen la lampara real incrustada dentro de la carcasa pero en las que la lámpara virtual queda por fuera de la superficie del techo, eliminado el efecto de tubo de todas las lámparas metidas en un huevo. Los reflectores parabólicos tienen un punto destacado, el foco, que tiene la propiedad de que toda la luz que sale de él se refleja en la superficie y sale de forma paralela al eje de simetría del reflector. De manera que la luz no “se abre” (si, siempre lo hace, un poco) sino que sale como un cilindro. Al no abrirse el cañón de luz no sigue la ley de inversa de los cuadrados, lo que te da con poca potencia un diafragma respetable a largas distancias aunque con poca cobertura. Las softlights son unos focos que parecen como un cofre abierto. Su sección es un arco de espiral en cuyo interior se coloca la lámpara. Lo que ves de la softlight es solo una superficie blanca, como si fuera la tapa abierta del cofre, que refleja la luz de la bombilla que está en el interior. Así la luz generada sale de una superficie extensa, no de un punto. Los minibrutos son paneles de lámparas de tipo PAR que dan una luz suave y de las que podemos controlar la intensidad apagando grupos de bombillas. Los focos para iluminar paredes y fondos son de dos tipos, simétricos y asimétricos. Un foco asimétrico produce una mancha de luz uniforme sobre la pared que ilumina. Suelen ser rectangulares y dan una cobertura de la misma forma. Un foco simétrico daría más luz en la parte del fondo cercana y menos en la lejana, un foco asimétrico da la misma luz, más o menos, a toda el área iluminada. Los focos para fondos se colocan bien en el techo o en el suelo. Los focos en el suelo se llaman “pallas” y los de techo “iris”. Un ciclorama es un fondo contínuo, cuyo encuentro con el suelo (o el techo) no se hace en ángulo sino con un empalme circular que, convenientemente iluminado, pasa desapercibido. Un ciclorama no es el foco, sino el fondo.

1 comentario:

Andrés Herrera dijo...

hola, tengo una duda a ver si me la puedes resolver. Tengo 4 focos de luz continua con 5 lamparas de 28w de luz de dia y bajo consumo. Me gustaria saber si las puedo utilizar para grabar una entrevista con croma, con una 7D y una sony Z1 sin que tenga problemas de parpadeo.

Estoy hecho un lio.

Gracias.