lunes, 19 de enero de 2009

XXXVIII: Espacios de atención e iluminación.

Cuando la luz cae sobre una figura crea una división del espacio en tres categorías: La parte más iluminada de la figura es el centro de iluminación. El resto de la figura que no está tan iluminada es el cerco de iluminación. El resto de la escena, que no es la figura, es la periferia.

Cuando miramos una figura dividimos el espacio en tres categorías: el centro de atención que es donde dirigimos los ojos. El cerco de atención que es lo que rodea a donde miramos. La periferia que es el área más alejada del lugar al que miramos.

Expresar con luz es, en buena medida, engranar adecuadamente los seis espacios: hacer coincidir el centro, cerco y periferia de iluminación con el centro, cerco y periferia de atención.

La manera más obvia de plantear el engranaje consiste en hacer coincidir el centro con el centro, el cerco con el cerco y la periferia con la periferia. Pero si desplazamos la relación podemos crear tensiones temporales que al quedar resueltas en las siguientes imágenes (o simplemente no quedar resueltas) provoca una transmisión de significados, de sentidos, de respuesta expresiva.

El centro de atención visual es, naturalmente, aquello sobre el que el ojo se posa, pero hay un componente intelectual siempre en la percepción: tendemos a confiar nuestra atención a aquello que nos interesa. En principio la mirada debería dejarse seducir por el blanco, por lo más claro o brillante, por otro lado aquello que nos interesa hace que fijemos nuestra atención sobre sí. Esta fijación de la atención se realiza dirigiendo el ojo para mirar el motivo. Por tanto siempre puede haber un elemento fuera de control, especialmente cuando la imagen muestra gran cantidad de motivos. Por ejemplo, un aficionado a las motos puede prestar su atención a un modelo raro aparcado en una panorámica sobre una avenida. Hay que considerar cuales son los elementos de atracción de la atención y considerarlos centro de atención. Su alrededor sería el cerco de atención y el resto, la periferia.

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